Ante la Asamblea General de la ONU, la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, manifestó la solidaridad de “la Argentina con las víctimas del atentado de Kenia y con todas las víctimas de los ataques terroristas” en cualquier lugar donde se produzcan, recordó que el 99 por ciento de las 150 mil muertes que ha provocado el conflicto en Siria no se produjeron por el uso de armas químicas y reclamó la transformación del Consejo de Seguridad, que se ha demostrado “antifuncional y obsoleto”. La jefa de Estado volvió a proponer que “las decisiones se tomen por consenso” y se elimine el derecho a veto, porque se ha convertido de hecho en “un obstáculo para resolver los conflictos”. Luego de repetir que “la paz y la seguridad no son conceptos militares”, tal como había sostenido el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, en la apertura de la Asamblea, celebró que el nuevo presidente de la República Islámica de Irán desmintiera que su país niegue el Holocausto y pidió la aprobación del acuerdo firmado con Teherán hace ya nueve meses, homologado por el Congreso Nacional, que permitiría “tomar declaración a los funcionarios acusados por la justicia argentina de haber participado del atentado a la AMIA, en 1994”. Por último, parafraseando a Ban Ki-moon otra vez, exhortó a "convertir la esperanza en acción, con pasión, pero sobre todo con compasión para construir el futuro que su gente desea y el mundo se merece".