BRASIL Jair Bolsonaro busca despegarse de la derrota de sus aliados en las municipales De los trece candidatos apoyados por el mandatario para las alcaldías del país, nueve fracasaron, dos apenas consiguieron pasar a la segunda vuelta y solo dos fueron elegidos en municipios de nula proyección nacional.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, intentó tomar distancia del pésimo desempeño de sus apadrinados en la primera vuelta de las elecciones municipales del domingo. Prefirió, en cambio, referirse a un supuesto debilitamiento de la izquierda y criticar el sistema de recuento de votos que rige en el país. De los 13 candidatos apoyados por Bolsonaro para las alcaldías del país nueve fracasaron, dos consiguieron pasar a la segunda vuelta prevista para el próximo 29 de noviembre y solo dos fueron elegidos en municipios de nula proyección nacional: Ipatinga, en el estado de Minas Gerais, y Parnaíba, en Piauí. Su revés más notorio se produjo en San Pablo, la capital económica y financiera del país, donde su protegido Celso Russomano quedó en cuarto lugar.
Bolsonaro también respaldó a un puñado de aspirantes a concejales, de los que solo una minoría salieron victoriosos, entre ellos su hijo Carlos en Río de Janeiro, aunque perdió 36 mil votos y ya no fue el edil más votado de la capital fluminense como en 2016. En el campo de la izquierda, partidos como el PSOL y el Partido Comunista de Brasil, que disputarán segundas vueltas en capitales estatales, surgen como posibles alternativas y minan la hegemonía del Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"La izquierda sufrió una histórica derrota en estas elecciones, en una clara señal de que la ola conservadora en 2018 llegó para mantenerse", tuiteó Bolsonaro. "Mi ayuda a unos pocos candidatos a alcalde se resumió a cuatro lives" en redes sociales "de un total de tres horas", agregó. "Para 2022 estoy seguro de que, en las urnas, consolidaremos nuestra democracia con un sistema electoral mejorado. Dios, patria y familia", remató el presidente de ultraderecha.
Bolsonaro, sin partido desde que rompió el año pasado con el PSL (Partido Social Liberal), se involucró muy poco en el comienzo de la campaña. Pero en la recta final y ante los sondeos desfavorables para sus aliados, inició transmisiones en vivo diarias en sus redes sociales que fueron cuestionadas por contravenir las reglas de hacer campaña. El mandatario borró el domingo un post en Facebook en el que pedía apoyo a candidatos que en su mayoría fueron derrotados.
Este lunes al arribar a la residencia oficial, Bolsonaro volvió a cuestionar el sistema de recuento de votos de la Justicia electoral y por momentos emuló a su admirado par estadounidense, Donald Trump, quien sigue agitando la posibilidad de un fraude sin ninguna prueba fehaciente. "Precisamos un sistema de escrutinio que no deje dudas", declaró Bolsonaro al poner en tela de juicio el recuento de votos del domingo, que sufrió un atraso de unas cuatro horas respecto a lo que se preveía, aunque concluyó por completo durante la madrugada.
El Tribunal Superior Electoral atribuyó el atraso a unos problemas técnicos en sus sistemas informáticos, que durante la jornada habían sufrido un ataque de hackers que, de acuerdo a las autoridades, fue "totalmente repelido". De todos modos, a pesar de la demora respecto a la previsión inicial, en cuestión de unas ocho horas fueron escrutados los votos de casi 148 millones de electores de 5.569 ciudades del país, sin que se conozca hasta ahora una sola denuncia de fraude.
Aún así, Bolsonaro declaró que "si no tenemos una forma confiable de hacer las elecciones, la duda siempre va a permanecer". Según el mandatario, es necesario que el país tenga "un escrutinio confiable y rápido" que "no deje margen para suposiciones". En ese sentido, insistió en su propuesta de volver a adoptar el voto mediante boletas electorales, en lugar de las urnas electrónicas que el país utiliza desde 1996.
Martes, 17 de noviembre de 2020
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