SEGÚN UNA PUBLICACIÓN DEL DIARIO FOLHA DE SAN PABLO La policía de Brasil fue entrenada por mercenarios estadounidenses Un grupo de 22 efectivos fue enviado al campo de prácticas de una empresa paramilitar para prepararse ante eventuales actos terroristas durante el Mundial. Un funcionario dijo que Brasilia no sabía que la tarea sería tercerizada. Los paramilitares de una empresa de Estados Unidos, acusada de perpetrar una masacre en Irak en 2007, entrenaron a agentes de las policías militarizada y federal de Brasil para actuar ante eventuales "actos terroristas" que puedan registrarse durante el desarrollo del Mundial de Fútbol de junio y julio próximos. Según el diario Folha de São Paulo, un contingente de 22 efectivos brasileños realizó un entrenamiento de tres semanas en la sede de "Academi", en Moyock, estado de Carolina del Norte, en el marco de un programa pactado a nivel de gobiernos.
El diario paulista citó a una fuente no identificada de la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos, para señalar que el programa fue combinado con la embajada de Estados Unidos en Brasilia y explicado en todos sus detalles por agentes de la Agencia de Seguridad Regional de la misión diplomática. Pero según la Secretaría, "no hubo ninguna precisión previa en cuanto a que la tarea de instrucción" sería tercerizada a favor de privados y, mucho menos, de empresas con un largo historial de violaciones a los Derechos Humanos.
"El eje del programa estuvo centrado en la transmisión de experiencias vividas por las tropas estadounidenses en el combate al terrorismo. Por eso fuimos enviados, porque somos la tropa especializada que será empleada para enfrentar cualquier amenaza de ataque terrorista en San Pablo", confirmó el teniente Ricardo Bussotti Nogueira, director del Comando de Operaciones Especiales de la policía militarizada paulista.
Nogueira volvió deslumbrado con lo visto en Estados Unidos. "El centro de entrenamientos es algo verdaderamente increíble, tiene todo lo que se le pueda ocurrir y para cualquier situación que usted pueda imaginar", relató al diario. Valiéndose de contenedores "han escenificado una ciudad; fue allí, en ese sitio, donde entrenaron a los comandos de la Navy Seals (fuerza especial de la Marina) que asesinaron a Osama bin Laden". El entrenamiento, denominado Obstrucción Marítima del Terrorismo, fue dictado en las instalaciones de Academi, pero los instructores eran veteranos de las guerras de Irak y Afganistán incorporados ahora a esa empresa privada.
"El gobierno estadounidense gastó cerca de 2,2 millones de dólares en los últimos dos años para cooperar con la policía de Brasil en el cuidado de la seguridad en los megaeventos" (grandes recitales, visita papal, la Copa del Mundo y, en 2016, los Juegos Olímpicos), dijo un funcionario del gobierno estadounidense citado por Folha.
Según explicó en su página web la Secretaría de Seguridad, el tema concreto del entrenamiento fue "la seguridad portuaria con foco en cómo los terroristas operan en un ambiente marino y cómo reconocer amenazas y mitigarlas".
Academi es el nombre adoptado por la desaparecida Blackwater, la principal empresa privada en el suministro de "servicios de seguridad" al Departamento de Defensa norteamericano (el Pentágono), al Departamento de Estado (Cancillería) y a la CIA. Su papel fue resonante en Irán, Irak y Afganistán. El cambio de nombre de la empresa se produjo después de que los paramilitares de Blackwater fueran condenados por haber matado a 17 civiles iraquíes y herir a casi un centenar en 2007, en la llamada "masacre de la Plaza Nisour" de Bagdad.
Investigan a diplomáticos
Una misión de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil se encuentra en Chile para confirmar si, tras el golpe de Estado de 1973, los diplomáticos de Itamaraty se negaron a darles ayuda a los compatriotas detenidos en las prisiones de la dictadura. El grupo, encabezado por el politólogo Paulo Sergio Pinheiro, se reunirá con miembros de las dos comisiones chilenas que recopilaron documentos que prueban que los miembros de la embajada brasileña denunciaron a los presos en lugar de atenderlos, como era su obligación.
Ante la certeza de esa colaboración, la CNV tratará de identificar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos, pero al no tener potestad para llevarlos a juicio sus averiguaciones sólo servirán para enriquecer la memoria. En el país sigue rigiendo la ley de autoamnistía dictada por los militares en 1979 y cuya "constitucionalidad" fue ratificada por la Corte de Justicia en 2010.
De acuerdo con las investigaciones de las comisiones chilenas, la embajada de Brasil tenía una lista de 57 ciudadanos nativos que estaban en manos de los militares. La nómina se amplió luego a 80. Todos figuraban en una misma carpeta archivada bajo el rótulo de "secreto".
Fuente:Télam.
Miércoles, 23 de abril de 2014
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