UNIDADES ESPECIALES DEL GOBIERNO INTERINO UCRANIANO MATARON A CINCO SEPARATISTAS PRO RUSOS EN EL ESTE Ucrania se encamina al conflicto bélico Ante la avanzada de las fuerzas ucranianas sobre el este, Rusia respondió con un movimiento de sus tropas en la frontera y Estados Unidos acusó a Moscú de utilizar la muerte de los manifestantes para justificar sus maniobras militares. Rusia y Ucrania vuelven a estar al borde de un conflicto bélico de gran escala. Ayer, unidades especiales del gobierno ucraniano mataron a cinco separatistas pro rusos cerca de la ciudad de Slaviansk, en el este del país. Rusia respondió con un movimiento de sus tropas en la frontera con Ucrania, informó el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, citado por la agencia Interfax en Moscú. Estados Unidos, por su parte, acusó a Moscú de deformar los hechos, al utilizar la muerte de los cinco separatistas, para responder con una amplia maniobra militar. La vocera del Departamento de Estado en Washington, Jen Psaki, dijo que el Kremlin “distorsiona los hechos para ajustarlos” a su versión de la historia. La funcionaria no confirmó los reportes sobre la presencia de helicópteros rusos que sobrevolaron la frontera rumbo al país vecino. Cada movimiento hacia Ucrania sería un “grave error”, afirmó la funcionaria norteamericana.
La muerte de al menos cinco activistas pro rusos se produjo en el marco de la operación antiterrorista que Kiev viene implementando en el este del país, donde fueron recuperados tres puestos de control que estaban en manos de los separatistas, señaló el Ministerio del Interior. Un miembro de las fuerzas de seguridad resultó herido en el ataque. Ante la avanzada de las fuerzas ucranianas, el presidente ruso, Vladimir Putin, salió a condenar en duros términos la operación contra los activistas pro rusos. “Si el régimen de Kiev ha empezado a utilizar el ejército contra la población dentro de su territorio, entonces es sin duda alguna un crimen muy grave”, señaló el mandatario desde San Petersburgo, en declaraciones recogidas por la agencia Interfax.
La maniobra rusa incluye una serie de vuelos de reconocimiento cuya finalidad es comprobar la situación en la frontera con Ucrania. El ministro de Defensa Shoigu (ver aparte) insistió en que la situación en el territorio ucraniano es preocupante: allí, once mil hombres de las fuerzas del gobierno de Kiev intervienen contra lo que denominó “población pacífica”. Shoigu criticó además el refuerzo de la presencia militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Polonia y el Báltico, que, aseguró, contribuye a la escalada del conflicto.
El presidente interino ucraniano, Alexander Turchinov, acusó a Rusia de llevar a cabo una “desvergonzada injerencia” en cuestiones internas de Ucrania y exigió a Moscú que aleje de inmediato sus tropas de la frontera. “Moscú debe poner fin a sus presiones y amenazas permanentes”, manifestó Turchinov. “Rusia apoya a nivel estatal el terrorismo en nuestro país, en un momento en que los ciudadanos rusos sufren continuamente ataques terroristas en su propio territorio”, sostuvo.
Sin embargo, medios locales ucranianos señalaron que el gobierno detuvo la operación en Slaviansk. Según el diario Kyiv Post, que citó fuentes del gobierno, el motivo de la interrupción no sería otro que la creciente preocupación de que las tropas rusas crucen la frontera. En fotografías que llegaron desde la ciudad donde se produjo el ataque, pudo verse cómo uniformados fieles a Moscú volvían a levantar puestos de control.
En varios lugares del este de Ucrania, separatistas pro rusos mantienen ocupados edificios públicos. Exigen un Estado federado con amplios derechos de autonomía para las zonas rusoparlantes. En otros hechos de violencia que se registraron en el este, más precisamente en la localidad de Artiomovsk, soldados ucranianos rechazaron una ofensiva de cien personas en uno de los mayores almacenes de armas. Los desconocidos atacaron el cuartel con granadas, entre otras armas, informó el presidente.
Pese a la violencia, Rusia volvió a llamar ayer a que se realicen negociaciones serias entre todas las partes y el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, señaló que Ucrania debe convertirse en un vínculo entre Rusia y Europa Occidental. Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo desde Tokio que Estados Unidos sigue abogando por una solución diplomática a la crisis de Ucrania, pero no descarta nuevas sanciones contra Rusia, que su gobierno está preparando para el caso de que el acuerdo de Ginebra no aporte los resultados prometidos.
Esas sanciones tendrían como objetivo cambiar la opinión de Putin, aseguró Obama. Por otra parte, el periodista estadounidense Simon Ostrovsky, que había sido capturado el lunes por activistas pro rusos en el este de Ucrania, fue liberado ayer, según lo confirmó él mismo telefónicamente desde la ciudad de Donetsk. El periodista de la revista estadounidense Vice no quiso dar detalles sobre su liberación y manifestó que aún es demasiado pronto para hacerlo. Ostrovsky había sido secuestrado en la ciudad de Slaviansk, controlada por las fuerzas separatistas.
En el plano económico, la empresa estatal rusa Gazprom presentó ayer a Ucrania una nueva factura por 11.388 millones de dólares (unos 8240 millones de euros) en concepto de incumplimiento de los tratados sobre venta de gas en 2013, al considerar que no compró las cantidades establecidas.
El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) discutirá el 30 de abril la ayuda millonaria para Ucrania, un paquete que oscilaría entre catorce mil y dieciocho mil millones de dólares para los próximos dos años, confirmó ayer el portavoz del organismo financiero con sede en Washington, Gerry Rice. Se espera que el programa sea complementado con otro paquete de ayuda por unos quince mil millones de dólares procedentes de otras fuentes financieras de la comunidad internacional.
Viernes, 25 de abril de 2014
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