EN COLOMBIA, EL MANDATARIO Y EL CANDIDATO DE URIBE HICIERON EL LEITMOTIV DE CAMPAñA DE LA PAZ VS. LA GUERRA CON LAS FARC Santos y Zuluaga se enfrentan en ballottage Zuluaga quedó primero con el 29 por ciento de los votos y el presidente obtuvo el 25 por ciento. Clave será el apoyo a uno u otro candidato de los contendientes de la izquierda y el conservadurismo. La abstención fue del 60 por ciento. A las seis de la tarde los resultados de las elecciones para presidente de Colombia eran definitivos: ballottage. Como vaticinaron las encuestas, Juan Manuel Santos, actual presidente, y Oscar Iván Zuluaga, candidato del uribismo, serán las opciones para la segunda vuelta. A esa hora las sedes de los ganadores ya estaban llenas de seguidores, prensa, policía, platos de comida, música colombiana a todo volumen y promesas de seguridad y paz. Con 3 millones 759 mil votos, Zuluaga quedó primero en las urnas (29,3 por ciento), mientras Santos logró 3 millones 299 mil (25,6 por ciento). La gran preocupación, además del abstencionismo que llegó al 60 por ciento, fue que a pesar de los cuestionamientos éticos y supuestas relaciones con criminales señaladas a ambos candidatos, éstos fueron los más votados.
Sorprendieron, entre tanto, Clara López, de la coalición de izquierda Polo Democrático-Unión Patriótica, quien alcanzó casi dos millón de votos, logrando un 15,2 por ciento, cuando las encuestas la tenían muy por debajo, así como Enrique Peñalosa, de la alternativa Alianza Verde, con un poco más de un millón de votos (8,2 por ciento), y la candidata conservadora Marta Lucía Ramírez, con 1,9 millón (15,5 por ciento). Si apoyan al actual presidente o a la opción del uribismo se sabrá hoy, y será definitivo para el ballottage, teniendo en cuenta que en suma tienen simpatía en las urnas de más de cinco millones de colombianos.
“Le vamos a pedir a López, Ramírez y Peñalosa que se unan a la paz”, dijo Santos en su discurso al llegar la noche al norte de Bogotá, cuando muchos empezaban a mostrar su descontento por los resultados. Mientras la multitud aplaudía en los centros de campañas en la capital, en otros espacios se levantó un malestar. “Y pensar que hay gente feliz por esta infamia que ocurrió hoy en Colombia”, dijo a este diario el tuitero Juan Diego Bedoya. Para muchos, el hecho de cerrar las opciones presidenciales al actual mandatario, y a un delfín de Uribe cuando sólo votaron cuatro de cada diez colombianos, es un fracaso para la democracia.
Manosear el sueño de paz versus la apuesta por la guerra como leitmotiv electoral fue otro punto de crítica para los dos ganadores, bastante cuestionados por un sector que, como según los resultados de las votaciones, es minoritario. Las negociaciones de paz que actualmente adelantan el gobierno y la guerrilla de las FARC son el principal punto de debate en la contienda por la presidencia. En el principal punto de votación del país, Corferias Bogotá, Vladimir Herrera dijo a Página/12 que llegó a las urnas con el ánimo de que su voto cambiara el futuro para que sus hijos conocieran una Colombia en paz. Esa fue la punta de lanza electoral de Santos, quien inició los diálogos con la guerrilla hace un año y medio y hoy pide a los votantes que lo elijan para dar continuidad a los diálogos en La Habana, Cuba, que ya cerraron acuerdos en tres de cinco puntos propuestos: política de desarrollo rural (tierras); participación política; fin del conflicto (cese del fuego, dejar las armas y reincorporación de la guerrilla a la vida civil); drogas ilícitas, y víctimas (verdad, memoria, justicia y reparación). En su alocución frente a unas mil personas en el norte de la capital, Santos sentenció que su propuesta es la de “la esperanza, la confianza en el futuro de nuestra patria, y el trabajo por la paz, frente a la opción exclusiva de la guerra”.
Zuluaga, apareciendo en la televisión en vivo junto a la imagen de su padrino, el ex presidente Alvaro Uribe Vélez, gritó que “no podemos dejar que las FARC pretendan comandar el país desde La Habana”, y criticó al presidente Santos señalándolo de “ser manipulado por las FARC, el principal cartel del narcotráfico del mundo” y permitir la impunidad “para quienes cometieron crímenes atroces, crímenes de lesa humanidad”. Polarizado el país como en la última década desde que Uribe llegó al poder con la propuesta de “mano firme, corazón grande” que hoy es el eslogan también de Zuluaga, el mapa de sufragios mostró que, en el interior, triunfó el uribismo, mientras que las costas del Caribe y Pacífico y la periferia limítrofe con Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil, se simpatiza mayoritariamente con Santos.
“Voy a ser el presidente de los 47 millones de colombianos”, afirmó convencido Zuluaga tras detallar los principales puntos de su propuesta abiertamente de derecha: recuperar las banderas de Uribe, llenar las ciudades con cámaras de seguridad, mejorar los salarios de la Fuerza Pública, propender al desarrollo económico, y una “paz verdadera con justicia”. Santos, rodeado de luces de colores y pancartas por la paz que ningún simpatizante trajo por cuenta propia pero que su equipo logístico distribuyó en el recinto de su partido Unidad Nacional, fue breve en las ideas y como propuesta sólo habló de la paz. “Muchos errores de Santos. El último: usar la guerra sucia y el miedo. Si al país lo ponen a escoger entre miedo a las FARC o a Uribe, ganan ambos”, opinó la senadora de la Alianza Verde Claudia López.
Piedad Córdoba, ex congresista liberal quien lideró la liberación de más de una docena de secuestrados por las FARC, expresó en redes sociales que “contrario a lo que se dice, la Mesa de La Habana no es una perdedora en las elecciones de hoy. Tres de los cinco candidatos la apoyan”. El Comité por el voto en blanco, que apenas alcanzó el 6 por ciento de los votos en todo el país, les pidió a los candidatos perdedores de ayer que no apoyaran ninguna opción para el ballottage por las prácticas ilegales usadas en la marcada “guerra sucia” en estas elecciones, donde, por primera vez, no se presentaron alteraciones del orden público en el país.
Por Katalina Vásquez Guzmán
Desde Bogotá.
Lunes, 26 de mayo de 2014
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