EE.UU. SOBREVUELA SIRIA PARA UN EVENTUAL ATAQUE CONTRA LOS JIHADISTAS La incomodidad de Obama Washington acusó a los Emiratos Arabes Unidos y a Egipto de bombardear en secreto blancos islamistas en Libia.
Estados Unidos realizará vuelos de reconocimiento en Siria para preparar eventuales ataques contra los jihadistas del Estado Islámico (EI), a los que Wa-shington ya bombardea en Irak. El régimen de Damasco, fustigado por Occidente por reprimir a la oposición desde el inicio del conflicto en 2011, mostró el lunes su disposición a cooperar con la comunidad internacional, incluso con el gobierno norteamericano, para luchar contra los jihadistas. Pero subrayó que todo ataque en su territorio debía hacerse con su cooperación o, de lo contrario, lo consideraría una agresión. Por otro lado, una revelación hizo evidente el aislamiento de la potencia mundial en Medio Oriente. EE.UU. acusó a los Emiratos Arabes Unidos y a Egipto de bombardear en secreto objetivos islamistas en Libia, donde reina la confusión política y donde podrían cohabitar dos gobiernos rivales, uno islamista y otro reconocido internacionalmente. “Emiratos Arabes llevó a cabo esos bombardeos”, confirmaron dos funcionarios estadounidenses, tras revelaciones publicadas por The New York Times en base a acusaciones de las milicias islamistas.
Washington, que llevó adelante un centenar de ataques aéreos contra las posiciones del EI en el norte de Irak desde el 8 de agosto, planteó la semana pasada la posibilidad de extender estos ataques a Siria, tras la decapitación del periodista estadounidense James Foley, secuestrado por combatientes del grupo radical sunnita. Según un alto funcionario estadounidense, el gobierno de Barack Obama está a punto de enviar aviones espías y drones a Siria para rastrear a los jihadistas y preparar el terreno ante el lanzamiento de eventuales ataques. El jefe del Estado Mayor conjunto norteamericano, general Martin Dempsey, subrayó que el EI suponía una amenaza regional que pronto será también una amenaza para Estados Unidos y Europa. “¿Se los puede vencer sin atacar a la parte de la organización que se encuentra en Siria? La respuesta es no”, afirmó. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, precisó, sin embargo, que el líder demócrata no tomó aún una decisión sobre los ataques aéreos en territorio sirio. La Casa Blanca dejó entrever que Washington estaba dispuesto a actuar sin el acuerdo de Damasco.
Esta nueva configuración ubica a la administración Obama en una situación incómoda. Numerosos países occidentales, empezando por Estados Unidos, y también árabes reclamaron la caída del
régimen del presidente Bashar al Assad por reprimir violentamente desde 2011 un movimiento de protesta popular, convertido desde entonces en una insurrección armada cada vez más compleja. Pero para el diario sirio al Watan, cercano al poder, la decapitación de Foley demostró la necesidad de dialogar de nuevo con Damasco. “Establecer una coalición internacional contra el terrorismo podría convertirse en una opción obligatoria, aunque las señales todavía no han aparecido claramente”, estimó ese medio ayer.
Con todo, la vocera del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki, acusó a Emiratos Arabes Unidos y a Egipto de realizar bombardeos secretos en los últimos días sobre Libia. El Cairo deslindó su responsabilidad en los ataques; las autoridades de los Emiratos guardaron silencio. Ambos países organizaron este año maniobras militares conjuntas en los Emiratos. Estados Unidos y sus aliados europeos lanzaron la voz de alarma el lunes sobre una escalada del conflicto en Libia, sumida en el caos desde la caída del dictador Muammar Khadafi, en 2011, por una rebelión apoyada militarmente por los países occidentales. En un comunicado conjunto, Washington, París, Londres, Berlín y Roma condenaron las interferencias exteriores en Libia que exacerban las divisiones y reclamaron la continuación de la transición democrática.
Miércoles, 27 de agosto de 2014
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